Puentes horizontales de solidaridad
Del Ecuador al mundo
Dicen que “ojos que no ven, corazón que no siente” y que “una imagen vale más que mil palabras”.
Lo que podemos ver y sentir a través de esta exposición es la huella que va dejando a su paso un modelo de desarrollo, instaurado a nivel global, en las personas y en la madre tierra. Pero también vemos y conectamos con la fuerza y la alegría con la que la gente “abre los ojos” y “actúa” para promover otras maneras de vivir más armónicas y sostenibles.
Cuando una persona voluntaria y/o cooperante conoce esta realidad en primera persona y logra establecer las conexiones entre el modo de vida acá y los impactos allá y se cuestiona y valora otras maneras de vivir, nos estamos acercando a la posibilidad de otro(s) desarrollo(s).
La pregunta es, ¿a quién beneficia este sistema basado en la extracción desmedida de los recursos naturales?