El 12 de enero de 2.010, a las 16.53 horas local, la tragedia asoló nuevamente uno de los países más desfavorecidos del planeta y el más empobrecido del continente americano. El desplazamiento de la falla que cruza en horizontal la isla de La Española, provocó en Haití un terremoto de 7 grados en la escala Richter, con epicentro a 17 kilómetros al sudoeste de la capital, Puerto Príncipe.
La profundidad y amplitud del desastre vivido en Haití no sólo es fruto de una catástrofe natural, sino de la combinación de más factores, influyendo además la intensidad de la catástrofe y de manera determinante el nivel de vulnerabilidad preexistente (entendiendo por vulnerabilidad el riesgo que se afronta a perder la vida, bienes, propiedades y medio de vida ante una posible catástrofe; y guarda relación con el grado de dificultad para recuperarse después de la catástrofe).
Esta vulnerabilidad que sufre el pueblo Haitiano no es casual, sino que se ha gestado a lo largo del tiempo, fruto de un largo proceso histórico marcado por una secuencia de acontecimientos históricos causados por el hombre, que se desarrolla desde la colonización hasta la historia más reciente.
Ante esta situación y por la relación que tradicionalmente se mantiene desde la cooperación des- centralizada andaluza con América Latina, el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI), junto con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), han puesto en marcha la Campaña Andalucía Solidaria Haití, cuyo objetivo es colaborar en la mitigación de los daños provocados . Esta campaña se ha planificado como un programa de rehabilitación y desarrollo a medio y largo plazo, aspirando no sólo al alivio puntual sino a sentar las bases de desarrollo futuro.